Laura Amankay
Compartido públicamente. - Ayer a la(s) 19:21
Diciembre 2013
En días pasados releía mi viejo diario. Me di cuenta que por mucho tiempo la misma pesadilla me atormentaba una y otra vez. Ahí se encontraba el círculo vicioso de un aferramiento a ciertas necedades, las cuales se impregnaban en mi, haciendo que mi existencia se volviera ridícula y vacía. No quiero decir, que era indiferencia lo que me atormentaba, sino la idea de que mi vida fuera vaga o peor todavía que se convirtiera como la de los otros. Quizá, este último sentimiento sea un tanto extrovertido, porque la mayoría de los seres estamos condenados a invitar a los otros. ¿Pero qué pasa cuando los otros representan a todo lo que no quieres ser? porque los otros representaban todo lo que fuiste, ¿Qué pasa si el espejo que te ofrecen los otros no es más que el reflejo de un monstruo,de un ser sin viseras?. Me encontré acorralada por esos espejos, encerrada. Refugiada en mi único escondite. ¿Refugiada o apresada? Estaba yo tratando de escapar de mi realidad.
Me enojaba demasiado los conflictos de mis "amigas", aquellos anhelos me parecían banales, insuficientes, eran ante mis ojos pequeños rellenos de la vida: glorias inmerecidas. Envidia, jamás. Injusticia, probablemente. Pero que era yo, sino su sombra, una estatua que permanecía callada.
Yo sabía que no era su sombra, que no quería darles la razón. Que sus vidas aún me parecen ridículas y que nunca seré como ellas. Pero volvía a encontrar un motivo porque luchar y nunca más me impregnare de efímera contemporaneidad.
En días pasados releía mi viejo diario. Me di cuenta que por mucho tiempo la misma pesadilla me atormentaba una y otra vez. Ahí se encontraba el círculo vicioso de un aferramiento a ciertas necedades, las cuales se impregnaban en mi, haciendo que mi existencia se volviera ridícula y vacía. No quiero decir, que era indiferencia lo que me atormentaba, sino la idea de que mi vida fuera vaga o peor todavía que se convirtiera como la de los otros. Quizá, este último sentimiento sea un tanto extrovertido, porque la mayoría de los seres estamos condenados a invitar a los otros. ¿Pero qué pasa cuando los otros representan a todo lo que no quieres ser? porque los otros representaban todo lo que fuiste, ¿Qué pasa si el espejo que te ofrecen los otros no es más que el reflejo de un monstruo,de un ser sin viseras?. Me encontré acorralada por esos espejos, encerrada. Refugiada en mi único escondite. ¿Refugiada o apresada? Estaba yo tratando de escapar de mi realidad.
Me enojaba demasiado los conflictos de mis "amigas", aquellos anhelos me parecían banales, insuficientes, eran ante mis ojos pequeños rellenos de la vida: glorias inmerecidas. Envidia, jamás. Injusticia, probablemente. Pero que era yo, sino su sombra, una estatua que permanecía callada.
Yo sabía que no era su sombra, que no quería darles la razón. Que sus vidas aún me parecen ridículas y que nunca seré como ellas. Pero volvía a encontrar un motivo porque luchar y nunca más me impregnare de efímera contemporaneidad.
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Hola Lau!!
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