Absurda

Aturdida y enmudecida por los últimos sucesos, Zoe sentía que ya no quedaba nada de ella.
Su pasado, ahora parecía el sueño de otra persona, un recuerdo de otra vida... una vida que ya no recordaba.Ya no quedaba nada que pudiera salvarla de la locura.
Sus labios temblaron y esbozaron una sonrisa vacía.
Y de pronto, bajó la cabeza y se tapó la cara con sus manos, emitiendo gemidos que recordaban a un llanto de desesperación. Pero, no estaba llorando.
Al levantar la cabeza y ver su rostro completamente demacrado, y una sonrisa de puro regocijo, comprendí que no estaba llorando, sino que se estaba riendo.
Riendo, pues ya había descendido a su propio infierno, el único que ahora la acogería, y el único lugar al que podía llamar su hogar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario