Buenos aires, Argentina… noche oscura, sin Luna, sin viento,
profundamente tenebrosa, en un pequeño pueblo .La dulce Sofía vivía con su
madre a solas, se tenían la una para la otra. Su padre, a quien no recordaba en
absoluto, hacía mucho tiempo que había desaparecido más atraído en las entrepiernas
de otras mujeres que en las de su propia esposa. Nunca había regresado.
Sofía peinaba con detenimiento las muñecas mientras en el
piso de abajo su madre preparaba una tortilla con la televisión puesta. Le gustaba
tener siempre la tele encendida, porque decía que le daba compañía mientras la
pequeña Sofía jugaba a solas.
De repente, hubo un fugaz apagón, la luz de la habitación de
la niña se apagó durante dos segundos y recobró su fuerza luminosa al instante.
Abajo, la televisión dejó de funcionar, la luz regresó pero no se oyó ningún
ruido. Sofía esperó unos segundos más y oyó cómo un vaso se estrellaba contra
el suelo. Se levantó de repente y preguntó
¿Mamá?
Esperó de nuevo un par de segundos más. Nada. Silencio
absoluto. Cuando Sofía se dispuso a bajar oyó el grito desgarrador de mamá.
La niña se quedó totalmente congelada. Su madre, la fuerte
mamá protectora que siempre le cuida, gritaba de auténtico terror. Antes de que
pudiera reaccionar oyó de nuevo su grito.
¡Hija, baja deprisa! ¡Sofía, ayúdame por favor! ¡Hija!
Ante la llamada de auxilio de su madre, corrió escaleras
abajo. Pero todo estaba a oscuras, la luz no había vuelto como en el piso
superior. Mamá debía estar en la cocina y se dispuso a caminar hacia allí
cuando, de repente, una mano le tapó la boca y un brazo cogía su menudo cuerpo
y lo arrastraba al armario, donde se cerró la puerta.
En la cocina, el grito se repetía:
¡Hija, baja deprisa! ¡Hija, ayúdame por favor! ¡Hijaaaaaaaa!
Sofía ya no estaba preocupada por mamá. Porque ahora estaba
con ella. Se giró y vio la cara de su madre preocupada señalando con el dedo
índice sobre los labios que mantuviera silencio. Y silencio mantuvo, mientras
se preguntaba ¿quién o qué gritaba desde la cocina con la misma voz que mamá?
No hay comentarios:
Publicar un comentario