Inquieta, si inquieta me encontraba frente al espejo, estaba
entre tres prendas, las puse sobre mi cien veces, hasta que me decidí por el
vestido blanco, liviano…el pelo, ¿qué hago con el pelo…? improvise media trenza
y cepille el resto, mi cara Oh mi cara, algo colorada por dos primeros soles…
le di un brillo transparente a los labios, y salí. Que bonito sentir el aire de
mar en mi cara una vez más, mi vestido se volaba divirtiendo a los que pasaban,
rara sensación de placer y confusión había cruzado un océano, estaba con el
principito de todos mis palacios, y tan cerca…
Habíamos quedado en encontrarnos en el paseo, en aquel lugar
especial, seria sencillo encontrarnos aun en tanta gente, podría reconocerlo
entre cadáveres incinerados.
Tardo más de lo soportable, y entraron a picotear mi cabeza
buitres asquerosos de culpa, ¿qué hago acá? No tenía que verlo... ¿porque me
siento como una adolescente? ¿De qué adolezco? Apretando los puños y con mis
ojos rojos di la vuelta comencé a
caminar hacia casa, lento…
Oí su voz y no fue en un susurro antes de besarme, ¡no! fue
un grito pronunciando mi nombre, inmóvil quede y sonreí, sople fuerte a todos
esos buitres, relaje de un sacudón mis manos y gire, ya estaba ahí, ya no nos
separaba ni un océano ni sus odios ni los
míos, era su pelo entrecano, sus ojos verdes, moreno agitado con esa sonrisa….me
tomo de la cintura, sentí mis piernas temblar, acaricio mi cabello. No sabía ni
que decir... acerco su boca a mi mejilla y susurro, “ ya estas aquí” y lo tome
de la cara con fuerza, y lo mire a los ojos, y apretaba aun mas mis manos en su
nuca le bese la frente , con sollozos
enfermos bese su boca , la cual abrió complacido para mi, y nuestras lenguas se
encontraron y todo giraba y no había gente ni siquiera ruido de mar ni el ni yo, solo la humedad y el calor de
nuestras bocas y sus manos sujetaron con fuerza mi cintura ciñiendola contra su
cuerpo, no eran solo mis bragas las que mojadas pedían a gritos su presencia…
Un almohadón se estampo en mi cara, súbitamente abrí los ojos
al tiempo que me alentaban a levantarme, es que… ¿fue un sueño? Limpie mi boca
acomode mis pelos sin dar cuenta aun de que estaba pasando corrí al baño, no había
trenza ni brillo en mis labios, solo lagañas y ojeras enormes.
Tenía mi tanga húmeda... ¿un sueño erótico tan real? tristemente
dude...
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