Loores y olores

Patricia estaba nerviosa sentada en la cama. En unos instantes él iba a venir y sentía un cúmulo de sensaciones... No sabía si hacía bien o mal, solo llevaba un año casada y estaba sentada en esa cama de la habitación de un hotel para entregarse a un hombre que no era el suyo. Era un compañero de trabajo, lo conocía de varios años y últimamente habían tenido bastante tensión sexual, pero no imaginaba que esto ocurriría, que quedarían para tener sexo, para apagar ese fuego que había surgido entre ellos. Habían acordado que fuese solo una vez...
De repente sonó la puerta de la habitación ella salió corriendo, impaciente por verle, por abrir esa puerta... Y ahí estaba él, con la camisa desabrochada parcialmente, dejando asomar parte de su torso, un torso espectacular... Unos jeans que dejaban intuir su excitación... Ella lo esperaba en camisón con un tirante ligeramente bajado... Se fundieron en un gran beso nada más verse, la abrazó apretando su miembro contra ella, haciendo que ella notara su excitación, cerró la puerta de la habitación y la puso contra ella, metió su mano por debajo del camisón... Estaba húmeda, súper excitada... El no pudo
evitar el deseo de quitarle el camisón para ver su cuerpo desnudo, la apartó por un instante para poder contemplarla bien, sus pechos eran enormes... Tenía un cuerpo escultural desbordante de deseo y con ganas de emitir placer. Ella se abalanzó a besarlo y a desnudarlo. Lo invitó a tumbarse en la cama. Estaba duro, sobre todo por las zonas bajas... Estaba muy excitado, ella se apresuró a acariciar cada centímetro de su cuerpo, a besarlo, a lamerlo... Centrándose sobre todo en su sexo, pero no podía aguantar más, necesitaba ser completamente suya, tenerle dentro de sí. A el debió ocurrirle lo mismo ya que la volteó y la tomó por fin... Fue espectacular, sentir su miembro dentro hasta que finalmente ambos llegaron al éxtasis. Tras descansar un rato, él se fue a duchar... Ella quedó pensando en que había terminado y debía ir a su casa, su marido la esperaba... No iba a poder mirarlo a la cara, no después de lo que había pasado. El salió del baño le dio un beso y se marchó, le dijo que ya hablarían... Ella se quedó allí de momento no podía hacer nada más que pensar en lo que había pasado... Tampoco se sentía tan mal, había sido solo sexo y solo una vez. Tampoco era tan mala... Había sido una necesidad.

Al fin se levantó de la cama y se fue a la ducha, estaba realmente satisfecha... Tan completa como nunca... No quería volver a su casa, quería quedarse allí, que volviera él de nuevo... Antes de meterse en la ducha su móvil sonó... Era él que le decía: ha sido increíble, quiero más, mucho más...

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