Cincundada por la sombra temible,
que difunde la muerte asoladora,
desterrada en una tierra
inhabitable
que a sus tristes moradores cruel
devora,
diviso la luz inagotable
del sol eterno que brilla sin
aurora,
que no vio del ocaso la tumba
oscura
ya rápidos derrama la dicha pura
y los dardos de la burla y reproche,
en una tierra extraña y forastera.
Intento mencionar esa pesadilla
entre cepos, esposas y cadenas
Y vos, colosal varón de mis venas
abismo inagotable de dulzura
das vitalidad y aliento a mi
flaqueza.
Sumergida en un mar de amarguras
Entre tinieblas que de forma
absurda me juzgan
Tu mano haca la luz me encamina
cuando me rinde un sueño apacible
y subo a la morada inaccesible.
De las plegarias internas más
absurdas
sin rumbo, sin carta y sin guía;
una aura dulce y fresca respiraba,
ya mi corazón dilataba la alegría;
una calma benéfica reinaba,
y la pálida luna resplandecía;
encantadora luz por la cual
suspiro
Así en mi entusiasmo dirigía
todo mi corazón a tu luz
encantadora,
sumergida en patética alegría,
cuando un mármol nevado es nueva
aurora
se presenta la senda suspirada
con fragmentos de sucesos de mi vida
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