El mudo corre desnudo, y mea donde se le da la gana, Gloria
llora sus penas y con dos dientes grita que las paredes emanan paz y le dicen ¡bella! y camina y camina murmurando, cosas
que pasan.
Juan no sabe escribir y el alcohol quemo su cabeza y sus
entrañas, Pedro camina con prisa
mientras grita ¡quítate, no tengo nada! El motor del agua ruge, Cecilia esta
cagada, y Mercedes habla con uno y con otros, y al lado de ella no hay nada.
Quién diablos puede decir, lo que se vive en ese lugar, si
cuando alguien viene de visita… ¡hay que avisar!, entonces lo bañan, lo visten,
y pasan el portal, donde en la sala de espera, algún que otro familiar, viene a
traer cigarros al desdichado que “loco “esta.
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