Familia

Este hombre Intratable y  taciturno, miró a través de la pequeña ventana de vidrio con desprecio a su madre. Ella, mujer infeliz y sometida a la miserable voluntad de aquel hombre que jamás pudo nombrarlo padre, a quien había asesinado, no hacía tanto, para hacer la justicia que se merecía el niño dulce y sonriente que había sido y que era, maldita sea, lo único bueno en su patética vida.Al  otro lado de la ventana, la mujer, cansada, miró al hombre en que se había convertido su hijo, un infeliz demasiado parecido a ella, sin embargo en sus ojos encontraba la mirada perdida del último suspiro de su padre.
Miro hacia un costado, una lagrima rodo por su mejilla, quien estaba del otro lado era quizás lo único realmente bueno en su asquerosa vida.

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