Solo un adiós


Noche y en la vereda, muy asustado
hay un mendigo que contamina
con su colilla. La nicotina
presto se eleva en aire pesado.
El gato maúlla sobre el tejado,
el perro ladra desde la esquina,
la dama escucha, mira y camina,
la noche gime como el pasado.
En un burdel, vida extenuada,
y en hospital, vida pausada,
vida que teme y vida naciente
y alguna vida que es deficiente.
En una calle casi olvidada
nadie se entera, nadie es testigo
del tiroteo y su eco creciente.
Ciudad dormida, ciudad cansada
ciudad que tiende su negro abrigo
más no defiende si es inocente.
Ciudad atea, ciudad de Dios
tu sueño es siempre un ambivalente
con tantos holas y un solo adiós.

No hay comentarios:

Publicar un comentario