No se podía sostener en pie, pero sacaba una fuerza titánica
para lograr su objetivo: salir de esa jaula que lo había tenido prisionero
durante tanto tiempo.
¿Cuánto llevaba allí?, tampoco recordaba con exactitud la
cara de las personas que llegaron con él, entre diez hombres y mujeres jóvenes con los que fue
encerrado durante dos días y dos noches. Cuando al tercero los confinaron en
diferentes habitáculos oscuramente acristalados, comenzó el suplicio. Los
primeros días podía escuchar los alaridos de dolor de una mujer que debía estar
situada en la celda contigua, eran desgarradores, seguidos de suplicas,
susurros y todo desaparecía.
Creo que solo quedábamos pocos, y hombres, aun en esta agonía
reconocería el sollozo de una mujer, aunque nos volvimos tan vulnerables…
Entraban en las jaulas de maneras distintas, unas veces con instrumentos
químicos de tortura, capaces de provocar un sufrimiento extremo sin dejar señal
física. Otras, en cambio, nos propinaban una brutal paliza con los puños
desnudos, o se entretenían hurgando en nuestras zonas más sensibles con
diferentes objetos cortantes y punzantes. A hombres y mujeres, daba iguale, éramos
ultrajados por personas y objetos de
diferente sexo y naturaleza, con violencia inusitada en la mayoría de las
ocasiones.
Las drogas que nos suministraban hacían que los tiempos
entre cada sesión parecieran hacerse eternos, intentaba contabilizar los
segundos para no pensar, poner la mente en blanco para huir de las
alucinaciones, pero el mínimo crujido me provocaba otra taquicardia, el terror
se apoderaba de mi mente y solo sus lamentos y súplicas podían aplacar mi
propio miedo.
Confusos dos días de absoluto silencio, solo mi respiración escuchaba.
La última vez que se abrió la puerta, nadie entró. Me acerco
tembloroso hasta el final del pasillo y abrió una segunda puerta, una potente
luz azulada cegó mis ojos al tiempo que, entre gritos y aplausos, escucho
aquella voz femenina dirigirse a mí por megafonía:
Game over. Congratulations
No hay comentarios:
Publicar un comentario