A ver, te sacare de dudas...
Tengo la
edad de cuando era virgen y para no ser menos me comí a mi compañero, el de
gafas oscuras y su aliento... Tengo la edad de cuando se está seguro de que en
todas las partes del mundo viven, piensan y sufren o ríen como yo. Tengo la
edad del egocentrismo altruista. Tengo la edad de mentir y que se me note, y de
la risa cómplice entonces. Tengo esa edad buena en la que todo está a punto de
suceder: el hoy es un segundo que tiembla inseguro, el pasado no ha existido y
el mañana no es sólo todo lo que queda, sino que también es lo único que llena
el pensamiento. Mi edad es la de quien sonríe sin saber por qué, pero que se
sabe feliz.
Y es que
tengo la edad que tenía cuando me enamoraba en cada esquina. En serio, tengo la
edad de los veranos que no se acaban y de las fiestas que están a punto de
empezar, de las palabras vacías pero llenas de promesas, de las miradas de
miedo inseguro y gesto altanero. Tengo esa edad que caduca en la eternidad.
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