Un deseo constante de alegría;
Una urgencia perenne de lamento
Y el corazón, campana sobre el viento
Estrenando cantos de elegía.

Morir mil veces en un solo día
Y otras tantas quemar el pensamiento
En la resurrección, que es el tormento
De pensar en la próxima agonía.

Ver en pupilas de hombre un llanto
Y sorprenderlo convertido en canto
Al soñar en un niño que lo vierte.

Esto es amor, candela estremecida
Empujando la noche de la vida
Hacia la madrugada de la muerte.
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