Los huesos
le crujían. Un intenso velo oscuro enturbiaba su visión. Notaba como crecía y
se expandía hacia límites insospechados. Ese picor…. Lo corroía por dentro e
intentaba salir, por todo su cuerpo, por cada poro de su ser. No podía recorrer
una línea de pensamiento clara, no se centraba en nada…..o casi. Una rabia
inmemorial, ese era su único propósito y motivo de supervivencia, no había otro
hilo cerebral al que agarrarse. En un último instante olvidó como llegó allí;
cómo se encadenó al árbol intentando limitar lo que vendría después. El miedo
le atenazaba por momentos, cuando la ira dejaba hueco a los últimos restos
humanos que le quedaban. La expansión de sus sentidos no hacía más que
perturbarle todavía más. Podía escuchar como croaban las ranas del estanque,
como ululaban los búhos en los helechos. Su tacto se quintuplicó haciéndose
incomprensible para la mente humana; pues ¿se puede entender que haya alguna
especie conocida, que alcance un nivel máximo de interacción y comprensión solo
tocando algo vivo o inanimado? ¿Es posible que sintiera el paso de los años por
ese tronco al que estaba atado? Únicamente le quedaba el miedo, era el único
enlace con su antiguo ser….y se escapaba poco a poco transformándose en la más
pura e irracional rabia que existía.
¡No! ¡Aguanta
un poco más! Las voces de su consciencia
no consiguieron nada. Solo acrecentar y estrechar el tiempo que quedaba para su
explosión final.
Ya era
tarde. Qué, cómo y porqué estaba allí eran sentimientos que no recordaba en
absoluto. Es más, no le interesaban lo más mínimo. La bestia se liberó cortando
de raíz el tronco de aquel roble milenario y desatando todo su poder. Un ser
increíble, salido de las más retorcidas pesadillas infantiles de cualquiera.
Algo descomunal, grande, inmenso y terrorífico.
Desorientada
y perdida, la bestia alzó la enorme cabeza y aulló al disco lunar. Aquella
aterradora melodía sonó como si aquel ser estuviese pidiéndole explicaciones a
alguien sobre el motivo de su existencia….
No hay comentarios:
Publicar un comentario