Allá donde
se encuentra mi pálida memoria,
Abismo
misterioso, bosque oscuro;
Existe un
lugar hecho de sombras,
Un lugar
olvidado por el sol:
He soñado
que allí nos reuníamos
Para
maravillarnos de nuestro antiguo amor.
Largos años
habían pasado, y con ellos
Ese antiguo
lenguaje del corazón
Fue en vano
Sobre
nuestros pálidos labios han corrido
Las aguas
del olvido,
Que corona
el amor de todos los mortales.
Y entonces
balbuceamos; desde lejos,
Nuestro
viejo deseo brilló frío y muerto:
Esa vez fue
lejano como una estrella,
Sin embargo
fuimos con los ojos abatidos,
Sin
encontrar placer en la cercanía,
Como dos
pobres sombras desconsoladas.
Mientras la
vida sea nuestra,
No acumules
las bellezas rosas y blancas,
Pero arranca
la hermosura que huye de las flores
Para que
adornen nuestro pequeño sendero de luz:
Pues pronto
habremos de ahogarnos
En la amarga
hierba de los muertos.
Juntos, tu y
yo
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